El tema de la Inteligencia Emocional ha sido muy estudiado en psicología y especialistas reconocidos como Jeanne Segal, Melinda Smith y Robert Segal (2009), proponen que es posible desarrollar la Inteligencia emocional al aplicar ciertas habilidades en la vida diaria.
Ellos afirman que la inteligencia emocional consiste en 5 habilidades básicas, y que cada una se construye sobre la anterior: la habilidad de reducir rápidamente el estrés, de reconocer y manejar tus emociones, de conectarte con otros usando la comunicación no verbal, de usar el humor y divertirte con los desafíos, la habilidad de resolver conflictos positivamente y con confianza.
Todas las personas pueden aprender estas habilidades, pero debes recordar que existe una diferencia entre aprender sobre la Inteligencia emocional, y aplicar efectivamente ese conocimiento en tu vida diaria.
El primer paso para desarrollar tu inteligencia emocional, es comprometerte con tus emociones: cuando te sientes sobrepasado por el estrés, las partes emocionales de tu cerebro, anulan a las racionales, saboteando tus mejores intenciones. Para soportar la presión, necesitas aprender cómo sacar ventaja de tus sentimientos, aprendiendo estas habilidades a nivel emocional, experimentándolas y practicándolas en tu vida diaria.
I. Primera habilidad: reducir el estrés:
Cuando estamos bajo fuertes niveles de estrés, el pensamiento racional y la toma de decisiones suele ser más compleja. Puedes sentirte abrumado por el estrés, que entorpece tu capacidad de decodificar adecuadamente las situaciones, lo que te dicen los demás, estar consciente de tus emociones y necesidades, y comunicarlas claramente.
Por eso, el primer paso es desarrollar la habilidad de calmarte rápidamente cuando te sientes abrumado, ya que así podrás desarrollar la capacidad de resiliencia y enfrentar períodos de adversidad con una sensación de estabilidad emocional y control, a pesar de la complejidad de los desafíos que enfrentes.
Puedes desarrollar tus habilidades de control del estrés, siguiendo los siguientes pasos:
- Reconoce cuándo estás estresado(a): qué tipo de estrés te afecta y cómo se siente. Nuca olvides qué significa sentirte relajado y en calma.
- Identifica tus respuestas ante el estrés: todas las personas reaccionamos de manera diferente: ¿Tiendes a alejarte y deprimirte? ¿Te agitas y te enojas? ¿La ansiedad te paraliza? El mejor modo de calmarte dependerá de tus respuestas específicas ante el estrés.
- Descubre las técnicas de manejo de estrés que mejor funcionan para ti: para calmarte rápidamente, puedes usar tus sentidos: la vista, el olfato, el sonido, el gusto, el tacto. Recuerda buscar en tu medio cercano y encontrar estímulos y actividades que te calmen, te brinden alegría, placer y bienestar.
II. Segunda Habilidad: Conectarte con tus emociones.
Esto implica experimentar momentos de consciencia sobre tus emociones, y reconocer cómo ellas afectan tus pensamientos y acciones, es la clave para comprenderte a ti mismo y a los demás. Recuerda que aunque podemos distorsionar, negar o desconocer las emociones, no podemos eliminarlas. Siempre están ahí, seas o no consciente de ellas.
El problema surge cuando tus niveles de consciencia emocional están disminuidos: sin conciencia emocional, eres incapaz de comprender completamente tus motivaciones y necesidades, o comunicarte efectivamente con otros.
III. Tercera Habilidad: comunicación no verbal.
Para ser un buen comunicador debes estar consciente no sólo de lo que dices, sino de cómo lo dices, de las señales no verbales que envías al comunicarte. Para captar la atención de los demás y conectarte con confianza, necesitas estar consciente de tus claves no verbales y controlarlas. También necesitas ser capaz de leer con precisión y responder a las claves no verbales que te envían los demás.
Para mejorar la comunicación no verbal, debes prestar atención alcontacto ocular, la expresión facial, el tono de voz, la postura y los gestos, el tacto; el lugar, el ritmo y el momento.
IV. Cuarta habilidad: usar el humor y la diversión para manejar los desafíos.
Recuerda que el humor, la risa y la diversión son antídotos naturales contra las dificultades de la vida. Alivianan nuestras cargas y nos ayudan a poner las cosas en perspectiva. Una buena risa reduce el estrés, eleva el ánimo, y brinda equilibrio a tu sistema nervioso.
Esta habilidad te ayuda a enfrentar los momentos difíciles con perspectiva, ya que permite ver las frustraciones y decepciones desde nuevos puntos de vista; sobrevivir las molestias, las épocas difíciles y los obstáculos que surgen en la vida.
También ayuda a suavizar las diferencias, a decir cosas que de otro modo, sería muy difíciles expresar, sin crear distancia en la relación. A relajarse y energizarse simultáneamente, a aliviar la fatiga y relajar el cuerpo, recargando energías y logrando hacer más cosas. Además ayuda a ser más creativos, al liberarnos de las maneras rígidas de pensar, permitiendo que surja la creatividad y nuevas perspectivas para evaluar las cosas.
V. Quinta habilidad: Resolver conflictos positivamente.
Los desacuerdos y los conflictos son inevitables en las relaciones. Dos personas no pueden tener exactamente las mismas necesidades, opiniones, expectativas y deseos todo el tiempo. Resolver conflictos de manera saludable y constructiva, puede fortalecer nuestras relaciones y la confianza que tenemos. Cuando el conflicto no es percibido como una amenaza, promueve libertad, creatividad y seguridad en las relaciones.
La capacidad de manejar conflictos de manera positiva y confiada se apoya en las cuatro habilidades anteriores: Una vez que ya sepas cómo manejar el estrés, permanecer emocionalmente presente y consciente, comunicarte no verbalmente, usar el humor y la diversión, estarás equipado para manejar mejor las situaciones emocionales fuertes y prevenir que se transformen en situaciones más complejas y amenazantes.
Tips para resolver conflictos:
- Permanecer centrado en el presente: cuando no te aferras a viejos rencores y resentimientos, puedes reconocer la realidad de la situación actual y verla como una oportunidad para resolver viejos conflictos y sentimientos.
- Elegir tus discusiones: éstas consumen tiempo y energía, especialmente si deseas resolverlas de manera positiva. Considera cuáles vale la pena argumentar y cuáles no.
- Perdonar: si continúas herido o maltratado, protégete. Recuerda que la resolución de conflictos implica ceder y controlar la necesidad de castigar al otro.
- Terminar conflictos que no puedan ser resueltos: Se necesita a dos personas para mantener una discusión. Puedes elegir salirte de un conflicto, incluso si aún continúas en desacuerdo con la otra persona.
Espero que puedas aplicar diariamente los consejos sugeridos por Jeanne Segal, Melinda Smith y Robert Segal. Con la práctica, paciencia y esfuerzo, notarás mejorías en tu vida diaria, sentirás mayor autoconfianza y bienestar al enfrentar todo tipo de situaciones, mejorando tu calidad de vida.
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