Al ingresar a la Universidad te enfrentarás constantemente a trabajos de lectura y redacción, para los cuales no importará sólo qué tan bien lees, sino que es preciso que desarrolles excelentes habilidades de escritura, que serán fundamentales para tu desempeño como profesional.
Como debes saber, los docentes tienen metodologías propias para preparar a los estudiantes y enseñarles a escribir trabajos. Estas metodologías cambian, y a medida que uno avanza en sus aprendizajes, cada vez recibe menos instrucciones sobre cómo escribir bien.
¡No te preocupes!, ya que existen algunos consejos que pueden ayudarte, y si los sigues, obtendrás excelentes resultados cuando debas redactar tus ideas y presentarlas en un trabajo.
Por ejemplo, puedes conversar con tu profesor el tema sobre el cual escribirás. La mayoría de los docentes entrega una lista de temas y si te parece poco clara, pídele ayuda a tu profesor, ya es muy difícil escribir un trabajo coherente si no comprendes claramente la pregunta.
También puedes revisar si el profesor ha dado algunos ejemplos o acudir a estudiantes que ya hayan realizado el curso y solicitarles algún consejo. Estos modelos te ayudarán a comprender mejor las expectativas del profesor y así poder alcanzarlas.
Algunos docentes entregan un límite de páginas con un propósito. Generalmente tiene que ver con que los argumentos sobre ese tema pueden realizarse dentro de manera breve. Todos los extremos son malos: un trabajo demasiado breve no tratará las ideas fundamentales, mientras que uno demasiado largo puede ser muy ambicioso y no cumplir con su propósito.
En cuanto al estilo de redacción, debes considerar que la mayoría de los trabajos funcionan mejor cuando tienen una introducción clara, desarrollo y conclusión. En la introducción sostienes el problema que considerarás, tu solución o respuesta a él, y las ideas principales del trabajo.
La introducción debe explicar brevemente la intención del trabajo, no es necesario dar muchos detalles específicos, pero sí es importante informar al lector de las tesis e ideas que tu trabajo cubrirá.
Luego de hacer la introducción, debes asegurarte que las oraciones de cada párrafo vayan en línea con ella. El texto del párrafo debe corresponder con las ideas principales.
En el desarrollo explicas los detalles: las lecturas que realizaste, los eventos o tendencias fundamentales en relación al tema. Y también debes clarificar el desarrollo de tus argumentos.
La conclusión debería complementar la introducción, al reforzar los puntos que trataste en ella, a la vez que explicas por qué son correctos en el contexto de tu trabajo.
Es importante que al escribir utilices verbos para darle mayor claridad a tus pensamientos, y así entregar ideas bien formuladas. Igualmente es conveniente que utilices palabras pequeñas al escribir, ya que no necesitas impresionar al profesor. Utilizar palabras excesivamente largas es innecesario, y si llegaras a utilizarlas debes asegurarte de comprender bien su significado y uso.
Siempre es necesario revisar si tu trabajo tiene errores ortográficos y gramaticales. En estos tiempos no existe ninguna excusa para justificar las palabras mal deletreadas. Casi todos los procesadores de textos corrigen los errores ortográficos y gramaticales, y casi todos los computadores tienen dichos procesadores. Ya que puedes acceder a este recurso, ¡no existen excusas para no utilizarlo!
Ten en mente que cuando utilices citas, éstas deben cumplir dos propósitos:deben estar mezcladas en el cuerpo del trabajo y deben constituir un tema de discusión dentro del marco teórico del trabajo. Las citas sólo deben ser incluidas si el tema es analizado en tu trabajo. Si tomas algunas idea de otra lectura, es mejor parafrasearla (y citar), lo que te permitirá escribir un trabajo más preciso, fluido y coherente.
Además puedes leer tu trabajo en voz alta, especialmente si no te sientes seguro sobre la estructura que le diste. Leerlo en voz alta es el mejor ejercicio para encontrarle sentido y coherencia a lo que has escrito.
Otra idea fundamental, es que seas conciso, que vayas al tema principal de inmediato, si das muchos rodeos en torno al tema, el lector de tu trabajo puede confundirse y tus argumentos pueden quedar obscuros. Los trabajos breves, claros y precisos, son elegantes y elocuentes.
Finalmente, no debes descuidar la apariencia, tus trabajos deben ser escritos a espacio y medio o doble, con una letra clara de tamaño adecuado, con las páginas numeradas y debes entregarlos corcheteados o en una carpeta.
Fuente: Taller de escritura de Wesleyan.
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