La comunicación es una habilidad fundamental en el ámbito de las relaciones interpersonales, desde que nacemos necesitamos comunicarnos para satisfacer nuestras necesidades y sobrevivir.
En un principio, nos comunicamos con señales no verbales, con gestos de alegría, tristeza, sorpresa, temor, etc. Aprendemos a utilizar ese lenguaje y a reconocer el significado de estos gestos y señales en quiénes nos rodean, hasta que tenemos edad suficiente para desarrollar el lenguaje verbal, y comenzamos a aprender cómo comunicarnos utilizando también las palabras.
Lo importante en el proceso de comunicación, es conseguir la transmisión del mensaje que deseamos entregarle a quién nos oye. Es fundamental que la otra persona involucrada comprenda lo que deseamos informarle, ya se trate de hechos, pensamientos, emociones, opiniones, creencias, etc.
También es importante recibir feedback sobre el proceso mismo y para eso, podemos usar preguntas que nos permitan asegurarnos de haber comprendido bien y que la otra persona recibió claramente el mensaje que deseábamos entregarle. Por ejemplo, puedes preguntar “si te entiendo bien, me quieres decir….”, “según lo que me dices, me la impresión de que te sientes…”, “si te entiendo bien, te gustaría cambiar…” Y luego repites con tus palabras el mensaje que crees haber recibido. Así puedes asegurarte de haber entendido bien lo que querían comunicarte.
Antes de sostener una conversación importante con alguien, recuerda tener claras tus ideas, emociones y pensamientos antes de comunicar el mensaje, analizar cuál es tu intención o qué pretendes lograr con esa información, cuidar el tono de tu voz y el contenido del mensaje, y tomar en cuenta el lugar en el cuál te estás comunicando, que sea adecuado para conversar el tema que te interesa.
Como te habrás dado cuenta, una habilidad fundamental para la comunicación efectiva es la sensibilidad hacia la persona con la cual deseas comunicarte: prestar atención a sus sentimientos, ideas, opiniones, creencias, sin juzgar ni criticar negativamente. Para comunicarte bien, es preciso que puedas reconocer cuáles son las necesidades de la persona con la cuál estás conversando, manteniendo un equilibrio entre la escucha activa y el habla. Al tomar en cuenta a la otra persona, instantáneamente y de manera tácita, disfrutará comunicarse contigo, se sentirá escuchada, comprendida, con un espacio disponible para comunicarse libremente.
A continuación compartiré otras sugerencias que pueden ayudarte a mejorar tu estilo comunicacional. Un tema relevante es evitar dar detalles innecesarios que puedan aburrir a la persona con la cuál te estás comunicando. A veces las personas hacen preguntas por cortesía, y en esos casos, no es preciso entregar una serie de detalles técnicos que puedan aburrir a quién realiza la pregunta. Basta con ser considerado y responder de manera concisa.
Mantener el equilibrio en la comunicación es fundamental: tienes que tener tu oportunidad para hablar, así como la persona con quién te estás comunicando, ojalá exista un equilibrio del 50% para cada persona involucrada en el proceso de comunicación. La idea no es que una persona domine toda la conversación, por lo tanto, evita dar monólogos que puedan resultar aburridos. Si deseas mejorar la comunicación puedes seguir el consejo de Tejvan Pettinger, y mientras te comunicas, puedes preguntarte mentalmente: “¿en este momento, querría conversar conmigo?” Así tendrás más consciencia sobre el modo en que te estás comunicando y podrás reconocer si necesitas mejorar en algún área específica.
Siempre que puedas, intenta mirar a los ojos y al rostro de la otra persona, ya que eso genera una sensación de transparencia y honestidad en la comunicación. También intenta sonreír, así te relajas, se genera un ambiente de confianza y puedes conversar con mayor claridad sobre aquello que desees hablar.
Evita caer en la tentación de hablar sobre temas tales como religión, dinero y política. Son temas delicados que tienden a generar conflictos en la comunicación. Es preciso que seas sensible con las opiniones de quienes te rodean, que no caigas en la tentación de desafiar o competir con tu interlocutor, eso sólo provocará rencores, rabias y desencuentros. No caigas en la tentación de tener la última palabra, eso sólo extiende la conversación y da pie a conflictos relacionales. Si llegas a conversar un tema controvertido, lleva la conversación a un terreno más neutral y así te ahorrarás malos ratos.
Si necesitas realizar alguna crítica, hazlo de manera constructiva, realizando preguntas que permitan a la otra persona evaluar sus creencias, actitudes o comportamientos y ponerlos en perspectiva. Es un modo mucho más efectivo que criticar directamente, y de este modo, te ahorrarás conflictos y malos entendidos que pudieran afectar negativamente la relación.
Cada vez que hables, hazlo de manera lenta, clara y modulada. Esta sencilla sugerencia mejora la comprensión de la comunicación en un 70%, así que vale la pena tenerla en cuenta. Ten en cuenta esta sugerencia especialmente si te comunicas con personas que tengan algún impedimento auditivo, ya que tienden a leer los labios para comprender mejor aquello que les están comunicando.
Recuerda cuidar siempre tu lenguaje gestual y corporal, mantener una actitud calmada, positiva, de confianza personal y apertura. Mantén la espalda erguida, cuida el espacio personal de la otra persona con quién te comunicas, no te acerques demasiado ni intentes comunicarte desde muy lejos. Siempre que puedas mira a los ojos y al rostro de la otra persona, no cruces brazos ni piernas en postura defensiva. Así darás señales de que estás dispuesto y abierto a mantener una conversación de manera cómoda, flexible y relajada.
Mantente atento(a) a las señales no verbales que suceden durante el proceso de comunicación. Si la persona con quién estás hablando, se mueve de manera inquieta en su asiento, no te mira a los ojos, mira constantemente hacia otro lado, te está indicando que se siente incómoda, aburrida o inquieta con la conversación. Por lo tanto, te conviene pensar en cambiar de tema o terminar la conversación.
Espero que durante esta semana te animes a aplicar estos tips y te invito a compartir cómo ha sido tu experiencia. Probablemente notarás que implementando estas sugerencias, conseguirás comunicarte de manera más fluida, te sentirás más cómodo(a) y confiado(a) al conversar sobre distintos temas.
Fuente: artículo de Tejvan Pettinger: Diez tips para la comunicación efectiva.
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