Comparto estas reconfortantes palabras de Thay, Thich Nhat Hanh, que generosamente dejó para este momento de su partida. La fuente es el libro «La muerte es una ilusión», página 180.
«Yo cada día observo atentamente todo cuánto me rodea: los árboles, las colinas, mis amigos. Me veo en ellos y sé que no moriré. Sé que continuaré bajo muchas otras formas. Y cuando mis amigos me miren, han de verme también bajo otras formas distintas a la de éste cuerpo visible. Ésta práctica diaria les ayudará a no llorar cuando llegue el momento de la desaparición de mi presente manifestación. Ya que cuando desaparezca ésta manifestación mía, sabrán verme bajo otras de ellas».
Thich Nhat Hanh
¡Gracias por las preciosas enseñanzas que compartiste, por el hermoso ejemplo de vida que nos dejaste, por un legado tan sanador, por ayudarnos a vivir una vida plena, disfrutando al máximo el momento presente, el aquí y ahora, que nos entrega tanto Amor, Luz, Paz, alegría, equilibrio, belleza, esperanza y gratitud!
¡Buen viaje Thay! ¡Seguiremos honrando tus enseñanzas cada día!
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