La desconcentración es una de las dificultades más comunes a la hora de estudiar y suele generar preocupación o malestar emocional, dado que es una de las habilidades básicas para conseguir un aprendizaje profundo o significativo.
Es importante que distingas las causas de tu desconcentración: si tienes síndrome de déficit atencional necesitas tratarte con un neurólogo que te prescriba un medicamento que ayude a controlar el desbalance bioquímico que hay en tu cerebro y que provoca los síntomas de inatención e hiperactividad. Otra causa de desconcentración son los problemas emocionales producto de dificultades en las relaciones interpersonales, por ejemplo haber discutido con un ser querido o haber experimentado una ruptura amorosa, en esos casos, es normal que te cueste concentrarte en tus tareas diarias mientras resuelves el conflicto o tema en cuestión. Los problemas de salud y los trastornos del ánimo y de ansiedad también afectan tu capacidad de concentración, ya que los recursos cognitivos se emplean en manejar las emociones que se encuentran desbalanceadas.
Una vez identificada la causa, podrás buscar las mejores estrategias para enfrentar esta dificultad y aprender a concentrarte mejor. A continuación encontrarás una serie de consejos que podrán ayudarte.
Lo primero es elegir un lugar tranquilo y ordenado para estudiar, sin distracciones ni interrupciones, de manera que tu cerebro asocie inconscientemente ese lugar a una situación de estudio y tranquilidad. Por ejemplo, puedes estudiar en una biblioteca o en el living de tu casa cuando no hay visitas. Así estarás lejos del televisor, del computador, puedes dejar tu celular apagado para no distraerte, y avisarle a tus amigos y seres queridos que vas a estudiar, para que no te interrumpan durante un tiempo prudente.
En segundo lugar, puedes crear un horario de estudio flexible que incluya las tareas académicas que necesitas realizar, así como compromisos de índole social, familiar, de auto-cuidado, etc. Así sabrás cuándo tienes que realizar cada tarea y cuánto tiempo tienes disponible para c/u, consiguiendo una mejor organización del tiempo y manteniendo un horario de vida, no solo de estudio. De este modo, te sentirás realizado en el ámbito académico y personal.
En tercer lugar, te recomiendo estudiar en el momento del día que seas más productivo. Algunas personas se concentran mejor en las mañana, otras en las noches. (las “alondras” o “búhos”). Tú te conoces y sabes en qué horario funcionas mejor. Ahora considera que como regla general, los neurólogos establecen que las personas se concentran mejor entre las 9:00 y las 14:00 hrs., y entre las 18:00 y las 21:00hrs. Podrías comenzar estudiando en esas horas y ver qué horario te conviene más.
Luego, te sugiero que estudies cuando te sientas descansado y sin hambre, de otro modo tus necesidades biológicas interferirán con tu capacidad de concentración. Recuerda consumir algún snack o colación cada 3 o 4 horas, para mantener tus niveles de glucosa estables y tus neuronas con suficiente energía para concentrarte mejor.
También te recomiendo que abordes una tarea a la vez, ya que así podrás enfocarte mejor en realizar bien cada una, excluyendo otros temas que podrían distraerte. Si realizas dos cosas a la vez, no podrás enfocarte bien en ninguna de las dos, y probablemente tu desempeño no será el mejor.
Además puedes cambiar la tarea que estabas haciendo, por otra que requiera el uso de distintas habilidades. Por ejemplo, si estabas leyendo, luego de descansar un rato, puedes conversar con algún amigo sobre la materia estudiada, puedes resumirla, hacer un mapa conceptual, o estudiar otro tema distinto como matemáticas o ciencias, así tu cerebro utilizará distintas habilidades y podrás mantenerte concentrado por más tiempo.
Otro consejo es que dividas los trabajos o proyectos más largos en pequeños pasos que puedas ir completando. Por ejemplo, si tienes que entregar un proyecto importante y largo a fin de mes, puedes dividirlo en pequeños pasos y avanzar un poco cada semana, en vez de hacerlo todo a última hora, el fin de semana antes de la entrega final. Así te sentirás menos agobiado y rendirás mucho mejor.
Otra sugerencia que te ayudará es utilizar ejercicios de respiración y relajación, ya que será más difícil que te concentres si te encuentras tenso o preocupado. Antes de sentarte a estudiar, puedes respirar profundamente, de manera lenta y regular unas diez veces, así tus neuronas se oxigenarán y podrás enfocarte mejor en las tareas que necesitas realizar.
Además es muy importante que te motives por el tema que estás estudiando, que lo relaciones con tu vida diaria, que descubras su utilidad, para qué te sirve en el ámbito teórico y práctico de tu carrera, así podrás usar la motivación para concéntrate mejor.
Finalmente, descansa y toma recreos cada 45 minutos aproximadamente. Ojalá durante cada recreo realices alguna actividad placentera, entretenida o gratificante para ti, para que puedas distraerte, renovar energías y retomar el estudio concentrado más tarde.
Te invito a utilizar estas estrategias y compartir tu experiencia. Recuerda que si requieres más apoyo, puedes contactarme y agendar una hora de atención.
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