Primero considera que todas las evaluaciones académicas generan niveles de ansiedad, ya que constituyen situaciones desafiantes, en las cuales debes demostrar que aprendiste los conocimientos vistos en cada curso. Lo importante es que esos niveles de ansiedad permanezcan en niveles moderados, que te permitan enfocarte, concentrarte bien y recordar los contenidos que aprendiste, para que puedas responder cada pregunta con éxito y claridad.
Las pruebas orales te brindan la oportunidad de demostrarle al docente o comisión examinadora, todos los conocimientos y habilidades que has adquirido durante el curso, así como tus habilidades de presentación oral y comunicación.
Generalmente se considera que existen pruebas orales que son más formales y otras que no lo son tanto. Recuerda considerar cada situación de examen oral como un intercambio formal de comunicación, para que puedas causar una buena impresión al demostrar todo lo que has aprendido.
Es muy importante que escuches atentamente la pregunta, la analices con calma en tu mente y organices la mejor respuesta antes de empezar a hablar, para que puedas dar cuenta de tus conocimientos y destrezas, respondiendo efectivamente aquello sobre lo cual te están preguntando.
Las pruebas orales formales, suelen basarse en un listado preparado de preguntas específicas sobre los temas vistos durante el curso, el criterio de corrección suele ser “correcto o incorrecto”, sin márgenes para explicaciones alternativas.
Las pruebas orales informales son más flexibles, tendrás la oportunidad de dar respuestas más largas y la forma de evaluación que utilice el profesor podrá ser más subjetiva y abierta. En este tipo de pruebas, es posible que el docente evalúe cómo analizaste o resolviste un problema, cómo expusiste los temas y cómo estuvo tu lenguaje verbal y no verbal.
A grandes rasgos, existen tres grandes pasos que te llevarán a rendir un examen oral con éxito: 1) una buena preparación, con suficiente anticipación para alcanzar a estudiar todos los contenidos que serán evaluados, 2) tu desempeño durante el examen, y 3) el análisis que realices posteriormente sobre éste.
Para prepararte bien, te sugiero que hables con tu profesor y le preguntes cuáles temas serán incluidos en el examen, luego deberías revisar tus apuntes del cuaderno y asegurarte de tener todos los temas completos, revisar que dispones de todos los textos y guías de ejercicios que serán evaluados, para que utilices todas las fuentes de información y recursos necesarios para garantizar que puedas aprender y rendir con éxito tu examen oral.
Una vez que tengas todo el material, debes organizarlo y estudiar los temas ordenadamente, en base a la prioridad que les asignó el docente durante el desarrollo del curso. Este paso es muy necesario e importante: haz un lista de las preguntas que tu crees que el profesor podría realizarte sobre cada tema, y respóndelas. También puedes preguntarle a alumnos de cursos anteriores cómo suele realizar los exámenes orales tu profesor, en qué cosas se fija más, cuáles son sus autores o temas favoritos, etc.
Asegúrate de resolver todas tus dudas con el profesor o el ayudante, antes de rendir la prueba, para que vayas con tranquilidad, confianza y seguridad, sintiéndote bien preparado y listo para enfrentar la situación, desplegando todas tus habilidades y tu potencial.
Además puedes ensayar las respuestas con tus amigos o compañeros para tener la opinión de ellos sobre tu lenguaje verbal o no verbal y evaluar en cuáles áreas necesitas mejorar y en cuáles te desempeñas bien.
Ahora es el minuto de verificar y confirmar la fecha, hora y lugar en los cuáles se desarrollará la prueba, y el día del examen llegar con suficiente anticipación y tranquilidad, para evitar contratiempos de último minuto.
El día del examen cuida tu vestimenta y arreglo personal para causar una buena impresión. Recuerda dejar apagado tu teléfono celular, notebook, tablets, etc. Llega con anticipación e intenta distraerte con ejercicios de respiración, escuchando música o realizando alguna actividad relajante. No es el minuto de estudiarlo todo a última hora, lo que no aprendiste, tu cerebro ya no lo podrá aprender a estas alturas.
Evita a las personas ansiosas que estén estudiando a última hora o tengan dudas, sólo te contagiarán su malestar, podrían confundirte con sus preguntas y generarte más ansiedad.
Cuando ingreses a la sala, presta toda tu atención al docente, demuéstrale tu interés, mantén una buena postura corporal, la espalda recta, mirando a los ojos, sin cruzar piernas ni brazos (es una postura defensiva que denota ansiedad). Intenta olvidarte de los ruidos que ocurran fuera de la sala, incluso puedes mencionarle al profesor que eso ruidos te distraen o provocan un poco de ansiedad.
Concéntrate en cada pregunta que realice el profesor, escucha de manera activa, piensa y organiza bien tus respuestas, antes de empezar a hablar. Intenta hablar de manera tranquila, clara y ordenada, brindando respuestas que sean coherentes y efectivamente respondan a las preguntas que te han realizado.
Si no sabes una respuesta, no empieces a divagar, reconoce abiertamente que no recuerdas el tema, y pregunta si puedes intentar dar una respuesta, o cómo crees que podrías analizar el caso o resolver el problema sobre el cual te están preguntando.
Tus respuestas deben ser completas y acordes a las preguntas realizadas, no respondas con monosílabos, porque tus respuestas serán consideradas incompletas. Enfatiza los temas que manejas con seguridad, usa argumentos claros y ordenados desde el punto de vista lógico, incluyendo ejemplos si es necesario para aclarar el tema en cuestión.
Mantente abierto las señales de que la prueba ha concluido, por ejemplo si el profesor revisa su reloj, corre la silla hacia atrás, deja su lápiz en la mesa, etc. Puedes aprovechar la oportunidad para preguntarle al profesor si existe algo más que puedas responder y constituya un aporte a tu evaluación.
Una vez terminado el examen no te preocupes por el resultado, porque ya hiciste tu mejor esfuerzo y no hay nada que puedas cambiar hasta el momento en que recibas la nota. Revisa y analiza cómo te desempeñaste con detalle, ¿lo hiciste bien? ¿Sientes que podrías mejorar algo (tu lenguaje verbal y no verbal, haber estudiado más, haber respondido de manera lenta, con más tranquilidad o seguridad, etc.? Analiza qué acciones concretas podrías realizar para realizar una mejor prueba oral la próxima vez.
Si tienes dudas luego del examen, pregúntale al profesor siempre con la intención de comprender cómo te desempeñaste, qué hiciste bien y en cuáles áreas necesitarías mejorar.
Te invito a aplicar estas sugerencias la próxima vez que te prepares para rendir un examen oral y a compartir conmigo tu experiencia. Si sientes que requieres más ayuda, no dudes en contactarme y agendar una hora de evaluación.
hola priscila. mi nombre es andres y te queria pedir con mucho respeto un consejo : el dia de mañana termino mi secundario todo depende de aprobar solamente un examen final de informatica realmente tengo mucho temor por que no logro que me quede nada nada en la mente estoy muy preocupado y bajoneado por que me provoca miedo esta situacion desde ya mil mil gracias. andres comito de Buenos Aires contacto 1157339157. gracias
Hola Andrés: junto con saludarte, agradezco tu confianza. Imagino que llevas bastante tiempo estudiando y preparándote para rendir este examen. Tu mente probablemente necesita que descanses y te distraigas un rato. Si vas a repasar, estudiar durante 40 minutos y toma un descanso de 20 para renovar energías. Puedes usar ejercicios de mindfulness para reducir la ansiedad y sentirte mejor. Para empezar a practicar, necesitas sentarte de manera cómodo y relajado en una silla. Cuando estés listo, pregúntate “¿qué estoy experimentando ahora?” “¿Cuáles son mis pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales?” Permítete reconocer, observar y describir estas experiencias, sin intentar cambiarlas, sin dejarte llevar por los pensamientos que vengan a tu mente. Dedica unos 30 segundos o un minuto a este primer paso.
Luego enfoca tu consciencia en tu respiración, centrándote en las sensaciones asociadas a ella, enfocándote en los movimientos que realizan tu pecho y abdomen cada vez que respiras, dejando ir todos los pensamientos que llegan a tu mente. Puedes decir frases para ayudarte, tales como “con cada respiración, me relajo cada vez más”, “dejo ir mis preocupaciones”, “me libero del malestar”, etc. Y nuevamente dedica entre 30 y 60 segundos a este paso.
Ahora vas a expandir tu consciencia para sentir cómo respira todo tu cuerpo. Tomarás consciencia de las sensaciones que recorren tu cuerpo entero. Si experimentas sentimientos fuertes, puedes decirte “sea lo que sea, está bien, me permitiré sentirlo, nada malo me sucederá”. Respira y deja ir los pensamientos negativos, siente las emociones que experimentas, y si tu mente divaga, vuelve a enfocarte en tu respiración, durante un minuto.
Recuerda que has hecho todo lo posible por prepararte, es sólo un examen más dentro del conjunto que rendirás durante tu vida académica. Recuerda eso, es sólo una prueba más dentro de todas las que vas a rendir y así disminuirá la presión y te sentirás más tranquilo. Si necesitas más información, puedes revisar el siguiente artículo:https://prisciharcha.wordpress.com/2012/12/05/como-enfrentar-el-periodo-de-examenes-finales-en-la-universidad/ Espero que estas sugerencias sean de utilidad, y te deseo mucho éxito!
Saludos y estamos en contacto!
Priscilla