Regresar al trabajo luego de las vacaciones a veces puede ser difícil, porque tendemos a sentir que nos faltó más tiempo para divertirnos, y nos gustaría continuar viviendo al ritmo más lento y relajado que llevamos durante nuestras vacaciones. A continuación, encontrarás algunos consejos que te ayudarán a retomar tu trabajo de manera sana, dejando de lado el estrés.
Lo primero es mantener una disposición positiva, motivada, entusiasta, que te ayude a mantener el ánimo y la energía necesarias para enfrentar los desafíos que pudieran surgir. Te invito a recordar todas aquellas cosas que te agradan de tu trabajo: las personas con quienes te relacionas, las metas que podrás cumplir, los proyectos que desearías concretar este año, los planes que podrías desarrollar para ello, todo lo que te da felicidad en tu trabajo y te ayuda ganar más confianza y seguridad en tus habilidades y competencias.
Recuerda que tú controlas la actitud y la disposición con la cual enfrentas este nuevo regreso a tu trabajo. De ti depende que sea un regreso sencillo o más estresante. Asimismo, de ti depende el ritmo con el cual te organices para enfrentar los desafíos propios de la vida diaria y del ámbito laboral. Establece metas realistas y abordables, que contribuyan a tu sensación de autoeficacia y confianza personal.
Considera que tienes la oportunidad de analizar tus creencias en torno a tu trabajo, de evaluar si tienes creencias limitantes o negativas que te gustaría modificar. Por ejemplo, ¿crees que necesitas mejorar tu desempeño en algunas áreas? ¿En cuáles? ¿Qué evidencia tienes para sustentar esta creencia? Si efectivamente necesitas mejorar tu desempeño, ¿cuáles habilidades, destrezas o competencias podrían ayudarte (ser organizado/a, estructurado/a, metódico/a, responsable, inteligente, creativo/a, etc.)? Si sientes que ya te desempeñas bien, tal vez te gustaría analizar en cuáles áreas de tu interés podrías desplegar todo tu potencial y alcanzar mayores niveles de desarrollo o adquirir nuevos aprendizajes.
Es necesario y conveniente que cuentes con un calendario y una buena agenda que te permitan organizar tu tiempo, para cumplir efectivamente con todas las tareas que necesitas realizar. Puedes usar marcadores de distintos colores para destacar los temas en base a la prioridad que tengan para ti, así sabrás a cuáles debes dedicarte primero porque son imprescindibles y cuáles puedes realizar después. Recuerda que además existen distintas aplicaciones para celulares y dispositivos móviles que pueden ayudarte a llevar una buena organización de tus tareas y los plazos establecidos para cada una. Puedes buscar en línea la que te acomode más y comenzar a usarla.
Es fundamental que tengas claridad sobre las metas y proyectos que deseas concretar, que desarrolles un plan detallado para cada uno, considerando plazos realistas de tiempo para ir avanzando en tu trabajo de manera fructífera. Si un proyecto o tarea es muy grande, divídelo en pequeños pasos abordables, que te permitan avanzar sin abrumarte. Y recuerda visualizar y registrar lo bien que te vas a sentir una vez que hayas cumplido tus metas: ¿sentirás alegría, realización, tranquilidad, sensación de logro y confianza personal? ¿De qué manera alcanzar tus objetivos te generará bienestar? Reconoce y registra todos los sentimientos agradables que vas a experimentar una vez que hayas cumplido con cada uno.
Durante los primeros días, es importante que tomes recreos de vez en cuando, que mantengas contacto con tus compañeros o colegas para volver a sentirte conectado con ellos, y parte del equipo de trabajo. Te ayudará compartir los recuerdos y anécdotas de las vacaciones, así como llevar algún snack que puedas compartir con tus colegas, para que puedas sentir que estos pequeños breaks son un espacio de descanso agradable, después de los cuales podrás retomar tus actividades laborales con entusiasmo y sin mayores problemas.
Recuerda que tu autocuidado es fundamental: necesitas dormir bien, ojalá 8 horas por noches, hacer ejercicio físico al menos tres veces por semana, alimentarte sanamente durante el día, y dejar una hora al día para ti, para dedicarte a algún hobby o actividad relajante que te ayude a disfrutar, ya sea leer un buen libro, escuchar música, dedicarte a la fotografía, al dibujo o alguna otra actividad creativa que sea interesante y entretenida para ti. Te invito a practicar yoga, pilates, ejercicio aeróbico, a estar en contacto con la naturaleza y meditar a diario: notarás cambios importantes en tus niveles de bienestar y calidad de vida. Si quieres conocer más sobre la meditación y otras técnicas de relajación, te invito a revisar otros artículos de mi blog que tratan sobre cómo reducir el estrés y la ansiedad.
Si sigues estos consejos, encontrarás que tu regreso al trabajo será más relajado, satisfactorio y sencillo. Pronto estarás acostumbrándote a la vida laboral con éxito, y con buenas estrategias que te permitirán concretar todos tus proyectos, dejando el estrés de lado y mejorando tu calidad de vida.
Te deseo mucho éxito, y cualquier consulta, estamos en contacto.
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