Lo primero es comprender la situación, cuándo y dónde conseguir ayuda.
Las señales de riesgo son: tristeza prolongada y severa con pérdida de placer durante al menos 15 días seguidos, dificultades para concentrarse, recordar, motivarse, decidir, para el cuidado personal, pérdida o aumento del apetito, insomnio o excesivas ganas de dormir, aumentar consumo de alcohol y/o drogas, exhibir conductas erráticas o desorganizadas, descuidar trabajo y estudios, entre otros.
Cuando tu ser querido te pida ayuda, escucha sin juzgar ni criticar, con empatía, compasión y comprensión.
Busca resolver dudas, no prometas confidencialidad, pregunta si ha pensado en hacerse daño y cómo.
Ofrece alternativas de ayuda: psiquiatra, psicoterapia, centros de salud mental.
Escucha y empatizar con sus preocupaciones, ofrece aliento y esperanza, muéstrate disponible, haz seguimiento, recuerda que tu rol es brindar apoyo y alternativas.
Si está reticente a conseguir ayuda: señala tus preocupaciones y opciones disponibles, no fuerces el tema, reconoce sus inquietudes, sugiere que consulte a un experto en salud mental.
En caso de ideación suicida, no lo/a dejes solo/a, dada la contingencia, averigua cómo puedes acceder a clínicas u hospitales con urgencias en salud mental y lleva a la persona ahí.
Para más detalles, puedes revisar el vídeo disponible en IGTV de la cuenta de Instagram de Relaciones Inteligentes. ¡Encontrarás las meditaciones de sanación que hicimos hoy, y te recomiendo hacerlas cada día!
🌸Cualquier consulta, no dudes en contactarme!
¡Que tengas un excelente día!🙌
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