Ya nos acercamos al término de este año y con ello, nos vemos enfrentados a la posibilidad de evaluar las experiencias que hemos vivido durante este año, de rescatar los aprendizajes realizados, los eventos positivos que hemos experimentado y aquellas áreas en las cuáles nos gustaría cambiar para enfrentar de mejor modo el próximo año.
Me gustaría invitarte a reflexionar sobre lo que has vivido durante este año, recorriendo cada mes, tomando consciencia de las elecciones que realizaste ante los desafíos que tuviste que enfrentar, asumiéndolas con responsabilidad personal, reconociendo si elegiste vivir las experiencias que enfrentaste de manera consciente, o si las viviste sin darte tanta cuenta del proceso de decisiones que adoptaste en cada caso. ¿Cuáles fueron las situaciones más desafiantes para ti? ¿Cómo las enfrentaste? ¿Las hubieras manejado de otro modo, con la experiencia que ahora tienes sobre ti y lo que sucedió? ¿Qué te gustaría haber realizado de manera diferente? ¿Cómo enfrentarías experiencias similares a futuro?
Luego te invito a asumir y aceptar cada experiencia vivida, aunque no te haya gustado, no la hayas comprendido del todo, la hayas considerado negativa o no hayas querido vivirla. Cada una de las situaciones que experimentaste durante este año, cada opción, cada evento, cada desafío, tiene un sentido en tu vida y ha sido una oportunidad de aprendizaje para ti. ¿Cuáles son las lecciones más valiosas que rescatas de todos los desafíos que tuviste que enfrentar a lo largo de este año? ¿Qué aprendiste de cada experiencia, ya fuera positiva, neutral o negativa? ¿Qué aprendiste sobre ti mismo, sobre quienes te rodean? ¿Cuáles de esos aprendizajes puedes utilizar para mejorar tu calidad de vida?
Es necesario e importante que aceptes todos los eventos que enfrentaste durante el año 2012, sin excluir aquellos que tengan un carácter más negativo, ya que dichos sucesos son los que más oportunidades de aprendizaje te brindan. Cada una de las experiencias que tuviste sucedió para que pudieras crecer como persona, desarrollarte en distintos ámbitos de tu vida, por lo tanto, es importante que puedas descubrir el sentido que tuvieron las experiencias que más te marcaron. ¿Qué significaron para ti? ¿Qué cambios produjeron en tu forma de pensar, de sentir, de comportarte en el mundo que te rodea? ¿Cuáles fueron tus experiencias favoritas? ¿Cuáles te generaron más alegría y bienestar? ¿Cuáles experiencias fueron inesperadas o tuvieron algún carácter más negativo? ¿Qué sentido les diste en tu vida, pudiste integrarlas y aprender más sobre ti como persona?
Te invito a realizar un cuadro de análisis propuesto por Jimena Zúñiga, ya que te brindará la oportunidad de rescatar valiosas lecciones que hayas aprendido y de comprometerte a mejorar para otros años. La idea es que dividas una hoja tamaño carta, en cuatro espacios. En el primer espacio superior, ubicado a la izquierda, anotarás todo lo bueno que viviste, todas las experiencias positivas que te brindaron alegría, realización personal, laboral o académica. En el segundo espacio, al costado de ese, anotarás aquello que viviste este año y que no te gustó, los sucesos de carácter más negativo para ti, por ejemplo, si tuviste dificultades en el ámbito de las relaciones interpersonales, amorosas, laborales; si perdiste a un ser querido, si tuviste que cambiarte de casa o de trabajo, si enfrentaste dificultades económicas, etc. En el tercer espacio, ubicado a la izquierda de la hoja, anotarás todo lo que aprendiste, todas las lecciones que rescatas de cada experiencia, qué aprendiste sobre ti y sobre quiénes te rodean, cómo podrás aplicar esos aprendizajes en tu vida desde ahora en adelante. Finalmente, en el cuarto espacio, anotarás todos aquellos comportamientos o actitudes que desees cambiar para que puedas vivir un año en el cual te sientas pleno(a), realizado(a), consciente de cada aspecto de tu vida, un año que te brinde la oportunidad de conocerte en mayor profundidad, de desarrollarte como persona, y avanzar hacia la consecución de tus metas y la realización personal.
Te invito a compartir tu experiencia luego de haber realizado este análisis y espero que te ayude a reconocer y asumir todas las situaciones y desafíos que viviste durante este año, y las lecciones que aprendiste a partir de cada uno de ellos. Así podrás potenciar tus fortalezas, manejar tus debilidades y prepararte con entusiasmo para comenzar otro año, con las mejores energías, dispuesto(a) a realizar los cambios que sean necesarios para mejorar tu calidad de vida y conseguir mejores niveles de bienestar emocional.
Fuente:
Artículo de Jimena Zúñiga ¿Cómo cerrar el 2011 en paz? Publicado en Emol en Diciembre de 2011.
Deja una respuesta