“El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás paz en tu alma y la tendrá el que te ofendió.” Madre Teresa de Calcuta
En más de alguna ocasión probablemente habrás enfrentado algún conflicto en tus relaciones interpersonales, familiares, laborales y amorosas.
Los conflictos surgen cuando las personas involucradas en una relación tienen distintas expectativas, necesidades, creencias, valores, sueños, puntos de vista.
Como verás, siempre existe el potencial de enfrentar algún conflicto que pueda provocarte malestar emocional. Lo importante es que cuentes con las herramientas necesarias para reflexionar, analizar la situación con objetividad, manejar tus emociones y perdonar cuando sea necesario hacerlo.
Las relaciones interpersonales efectivas se basan en la confianza y el respeto mutuo, en la comunicación honesta, transparente, en la comprensión de las necesidades mutuas, de los valores, expectativas, emociones y creencias de los demás.
“Nuestros sentimientos nos definen en forma más directa y completa que nada, y cuando nos volvemos más genuinos en la expresión emocional, cambian las percepciones que la gente tiene de nosotros”. Dr. David Viscott
Para relacionarte sanamente, necesitas recurrir a toda tu capacidad de inteligencia emocional, aplicando en la vida diaria sus diversos componentes: la autoconciencia, el autocontrol emocional, la automotivación, la empatía y las habilidades sociales como el liderazgo y la asertividad (Goleman, 2000).
“El conocimiento de uno mismo, es decir, la capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento en que aparece, constituye la piedra angular de la inteligencia emocional.” Daniel Goleman
Cuando te enfrentes a algún conflicto, es fundamental que puedas reducir rápidamente tus niveles de estrés, que logres reconocer y manejar las emociones que experimentas, que puedas conectarte con quienes te rodean a través de la comunicación verbal y no verbal, que puedas recurrir al sentido del humor para alivianar las situaciones, y que aprendas a confiar en tus habilidades para resolver los conflictos de manera positiva. (Segal y Smith, 2015)
Recuerda que los conflictos son experiencias de la cuales puedes obtener valiosos aprendizajes sobre ti y quienes te rodean: en primer lugar, puedes reconocer las emociones propias y de los demás, desarrollando tu capacidad de empatía y comprensión. También puedes aprender a tranquilizarte, a “enfriar” tus emociones para analizar la situación con más objetividad y buscar la mejor solución para todos los involucrados. Recuerda que existe la posibilidad de encontrar una solución de compromiso de que deje a todas las partes satisfechas, y si esto no fuera posible, siempre puedes elegir salirte del conflicto, reconociendo que los involucrados están en desacuerdo respeto al tema en cuestión.
“Es muy importante entender que la inteligencia emocional no es lo contrario de la inteligencia, no es el triunfo del corazón sobre la cabeza – es la única intersección de ambas.” David Carusso
Es fundamental que aprendas a perdonarte por los errores que hayas cometido y que puedas permitirte perdonar a los demás. Seguramente piensas “es más fácil decirlo, que hacerlo” y probablemente tienes razón. Perdonar a un ser querido que te ha herido constituye todo un desafío, especialmente cuando sientes que han traicionado tu confianza o tu lealtad, pasándote a llevar. Henry Ward Beecher, señaló que decir «puedo perdonar, pero no olvidar», es sólo otro forma de decir, «no puedo perdonar.” Te deja con el conflicto y el rencor en tu interior, sin posibilidad de elaborar la experiencia ni avanzar en tu desarrollo personal. Recuerda que quién más sufre al no poder perdonar eres tú.
Siempre puedes elegir si deseas mantenerte en esa relación o distanciarte de ella. Nadie puede obligarte a permanecer en una relación que es dañina para tu integridad psicológica o personal. Si decides permanecer en una relación en la cual has experimentando más de algún conflicto, te recomiendo evaluar bien la situación, conversar con alguien que te ayude a considerar distintos puntos de vista y ampliar tu perspectiva. Siempre toma en cuenta que la resolución de conflictos a veces implica ceder y controlar la necesidad de castigar a quien te hizo daño. Cuidado que no estoy diciendo que debas justificar a quién te agredió o reanudar una relación que pone en riesgo tu integridad física o psicológica. Te estoy invitando a sanar tus heridas, recurriendo a toda tu fortaleza interior para que puedas liberarte del daño que ese conflicto o relación provocó, a través de una actitud compasiva y de perdón.
“El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe.” William Shakespeare
La capacidad de perdonar te brinda la oportunidad de sentir paz, de dejar una carga emocional y liberarte, de desarrollar tu capacidad de comprensión, empatía y compasión.
El camino hacia el perdón requiere tiempo, respeto, comprensión, paciencia, capacidad de reflexión personal y tolerancia. Siempre estará relacionado con el daño que creas haber recibido. En algunas ocasiones será mucho más sencillo perdonar aquello que constituye una pequeña ofensa; en cambio, habrá ocasiones en que será más difícil siquiera considerar perdonar a quién te hirió. En cualquier caso, no te fuerces, el perdón suele darse naturalmente cuando sientes que la herida ya sanó, y la persona que te hizo daño, no podrá hacerlo más.
Kathleen McGowan (2010) nos aconseja ser compasivos y tolerantes con los demás para crear paz en nuestras vidas. Nos sugiere tomar en cuenta que “la gente hace lo que puede con los medios que tiene”, que el conflicto “no siempre tiene que ver contigo”, y nos recomienda intentar resolver los conflictos interpersonales del modo más pacífico posible, por nuestro bienestar y el de quienes nos rodean.
“El perdón es lo mejor que hay. No te cuesta nada y te permite obtenerlo todo.” Kathleen McGowan
Kathleen (2010) recomienda reflexionar sobre situaciones de conflicto en las relaciones interpersonales y responder las siguientes preguntas para comenzar a perdonar: ¿te enseñó alguna de esas circunstancias, algo sobre ti?, ¿cómo podrías haber reaccionado de otra forma?, ¿qué hubieras hecho diferente?, ¿cómo actuarás a futuro ante una situación similar? Nos invita a manifestar la intención sincera de perdonar a quienes nos hicieron daño y a disipar el sufrimiento que nosotros pudimos causarle al otro involucrado en el conflicto en cuestión. Nos recuerda que el perdón comienza por nosotros mismos, que es preciso aprender y continuar nuestro desarrollo personal, ya que cada experiencia vivida es una lección en nuestro camino.
Recuerda que sólo tú puedes brindarte el espacio necesario para recuperar la paz interior: como decía Ralph Waldo Emerson “nada puede traerte la paz, sino tú mismo.”
Espero que estas reflexiones puedan ayudarte a ampliar tu perspectiva, a analizar y resolver los conflictos que surjan en tus relaciones interpersonales desde una actitud compasiva, paciente, tolerante, comprensiva; considerando que al perdonar, liberas al prisionero más importante del conflicto: tú.
Fuentes utilizadas:
Goleman, D. (2000). La inteligencia emocional, por qué es más importante que el cociente intelectual. Vergara: Barcelona.
Goleman, D. (2000). La práctica de la Inteligencia Emocional. Kairos: Barcelona.
McGowan, K. (2010). La Fuente de Los Milagros. Ediciones Urano: Barcelona.
Segal, J., Smith, M. (2015). Emotional Intelligence (EQ): Key Skills for raising emotional intelligence.
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