Durante los últimos meses, en Chile se han producido algunos ataques terroristas, el último de ellos, sucedió hace algunos días en las cercanías de una estación de Metro, y fue el primero en provocar lesiones a 14 personas que se encontraban en un centro comercial. Dada la inquietud que está generando este tema en la población, decidí recurrir a la información disponible en la Asociación Americana de Psicología (APA, 2014) y redactar un artículo que brinde información y sugerencias sobre cómo puedes manejar esta situación. La idea no es generar alarma, sino informarte para que puedas tomar las mejores decisiones para tu bienestar.

Desde el ámbito de la psicología, se considera que los ataques terroristas están diseñados para generar miedo, inseguridad e incertidumbre en la población civil, ya que estos eventos suceden de manera azarosa, impredecible e inesperada (APA, 2014b). Van dirigidos hacia personas inocentes que están en lugares públicos, con la intención de provocar temor, desesperanza y vulnerabilidad, y daños diversos que pueden variar en su nivel de severidad (APA, 2014b).

Cabe destacar que los ataques terroristas suceden en distintos lugares del mundo, que  existen diversas ideologías a la base de este tipo de eventos, y los expertos de distintos áreas de intervención, llevan años investigando cómo reducir el efecto y controlar las reacciones generadas por estos actos criminales.

Concretamente, un equipo de más de 90 expertos que se reunieron durante el año 2004 (APA), y Patricia Ryan, especialista australiana, resumió sus conclusiones: las instituciones gubernamentales pueden reducir el miedo y la ansiedad generada por ataques terroristas principalmente de cuatro maneras:

1. Combatiendo el miedo con información y conocimiento, educando a la comunidad sobre las motivaciones subyacentes a estos ataques y las estrategias que suelen usar los terroristas comúnmente (APA, 2004). Esto permite que las personas comprendan cómo y por qué suceden estos actos, y puedan darles un sentido, integrándolos a su experiencia de vida y aprendido a reaccionar adecuadamente ante una emergencia así.
2. Preparando planes públicos de prevención que brinden una mayor sensación de seguridad y confianza a los ciudadanos (APA, 2004). Mientras más preparación y efectividad demuestren las instituciones gubernamentales, más seguros se sentirán los miembros de la sociedad ante este tipo de situaciones.
3. Informando de manera precisa y realista a las personas sobre los riesgos a los cuales están expuestos, para que puedan desarrollar perspectiva al respecto y sepan cuáles medidas pueden adoptar (informar sobre eventos o personas sospechosas a las autoridades, cuando corresponda; mantener una actitud alerta al usar el transporte y anda en lugares públicos de gran afluencia, etc.)
4. Fomentando conexiones entre las agencias gubernamentales para detener este tipo de actos, manteniendo una colaboración, adecuada coordinación, definiendo las metas comunes y realizando un buen trabajo en equipo, que permita controlar y detener efectivamente los actos terroristas (APA, 2004).

Es preciso tomar en cuenta que los ataques terroristas suelen generar preocupación sobre la posibilidad de encontrarse en una situación así, sobre cómo uno podría reaccionar, sobre qué tan seguro está en su vida diaria (al usar transporte público, ir al supermercado, al trabajo, al mall, realizar actividades deportivas, ir a un recital, etc.).

Luego de presenciar o haber sido víctima de un ataque con estas características, este tipo de preocupaciones son esperables y normales, ante una situación que no puede ser considerada normal en una sociedad democrática (APA, 2004).

Los expertos del Centro de Ayuda de la APA (Help Center, 2014a) establecen que es importante considerar que los testigos o víctimas presenciales de un acto terrorista, podrían llegar a experimentar un cuadro de estrés agudo, caracterizado por uno más de los siguientes síntomas: pensamientos o imágenes recurrentes sobre el evento, temor ante la idea de realizar distintas actividades (salir de casa, ir al colegio, al trabajo, al supermercado, etc.), deseo de aislarse para sentirse más seguro, incapacidad para mantener la rutina propia de la vida diaria; sensación de no tener el control sobre la propia vida, de inseguridad, miedo, vulnerabilidad, desesperanza o pérdida. Algunas personas también experimentan el fenómeno de la culpa del sobreviviente, caracterizado por preguntarse “¿por qué sobreviví yo, si habían otras personas en el lugar?, ¿podría haber hecho algo más?”, otras se preguntan “¿cuál es el sentido de mi vida?”, etc.

Según el Centro de Ayuda de la Asociación Americana de Psicología (APA Help Center, 2014a), las personas que suelen ser más afectadas por este tipo de actos, son quienes han sobrevivido a eventos traumáticos en el pasado ya que pueden sentirte especialmente vulnerables ante estas situaciones, por ejemplo, los refugiados de guerra, quienes han sido víctimas de tortura o terrorismo, de violencia intrafamiliar, abuso infantil o crímenes de otro tipo. También son afectados los testigos presenciales o víctimas directas de un ataque terrorista, así como quienes se han traumatizado al relacionarse con víctimas o ante la exposición repetida a través de los medios de comunicación (radio, televisión, prensa escrita, redes sociales, etc.)

Ante este tipo de actos, es fundamental que adoptes medidas de autocuidado, que te brinden una mayor sensación de confianza, seguridad y control sobre tu vida personal, social, laboral.

El Centro de Ayuda de la Asociación Americana de Psicología (APA, 2014b) recomienda que desarrolles la capacidad de resiliencia, de enfrentar la adversidad, adaptarte a cambios y situaciones inesperadas, aprendiendo a construir sobre ellas, desarrollando tu coraje, fuerza, creatividad, esperanza, inteligencia emocional y confianza personal. En síntesis, la resiliencia es la capacidad de superar las situaciones traumáticas, dolorosas, negativas que puedan sucederte, sin derrumbarte, e incluso salir fortalecido de ellas.

Luis Rojas Marcos, psiquiatra experto en este tema, propone que los lazos afectivos, nuestras facultades mentales, nuestra autoestima, la capacidad de pensar positivamente, las motivaciones para vivir y la sensación de tener algo de control sobre nuestras vidas, son factores que constituyen la resiliencia y nos permiten superar las situaciones adversas que nos toque enfrentar. Las personas resilientes son comprometidas con sus vidas y con quienes les rodean, sienten que pueden controlar en alguna medida los acontecimientos que les suceden, son más flexibles ante los cambios que puedan ocurrir en sus vidas, y aceptan que las experiencias dolorosas son parte de la vida. Intentan obtener lecciones de ellas y desarrollar todo su potencial.

Recuerda que todos tenemos la libertad de elegir cómo vamos a reaccionar ante una situación desafiante, traumática o adversa. También tenemos la posibilidad de realizar diversas acciones para adaptarnos mejor. Puedes hacer todo esto en relación a los ataques terroristas que están sucediendo en nuestro país.

Para desarrollar la resiliencia, es fundamental que logres poner las cosas en perspectiva y recuerdes que aunque pueden suceder eventos trágicos, éstos son relativamente raros (APA, 2014b). Todas las instituciones gubernamentales y municipales están implementando planes de prevención, contención y reacción ante este tipo de eventos, con personal preparado para ello. También están recurriendo al apoyo de expertos extranjeros que llevan años estudiando este tema.

Durante los períodos en que sucedan ataques terroristas, los expertos de la APA (Help Center, 2014b) recomiendan: que intentes permanecer conectado con tus familiares y amigos directamente a través del teléfono y las redes sociales, o realizando actividades con ellos. Así tendrás un mayor sentido de normalidad y podrás compartir tus emociones, reduciendo tus niveles de estrés, podrás brindar y recibir apoyo, sintiéndote querido e integrado. Incluso te invitan a ser voluntario en distintas organizaciones y ayudar a otras personas que requieran tu apoyo para sentirse mejor.

Otra sugerencia que realizan (APA Help Center, 2014b) es que siempre tengas listo un plan de emergencia para ti, tu familia y amigos, definiendo cómo responderán y se conectarán en caso de que suceda una crisis o un evento inesperado de esta naturaleza. Pueden elegir un lugar físico de encuentro, si no consiguen establecer contacto telefónicamente o mediante las redes sociales, así todos podrán sentirse en control y preparados para enfrentar esta situación. Recuerda tener un plan de apoyo listo para tus mascotas e incluir todos los implementos necesarios en caso de una emergencia así (jaula de transporte, alimentos, agua, juguetes, etc.)

Los expertos del Centro de Ayuda de la APA (APA Help Center, 2014b) también recomiendan que tomes un descanso de las noticias. Ver noticiarios extensos sobre los ataques terroristas, sólo te provocará más estrés. Es importante y necesario estar informado, pero en su justa medida, sin sobre-exponerte ni exponer demasiado a tus hijos a las imágenes traumáticas sobre el hecho. Recuerda prepararte para responder las inquietudes, dudas y temores que tus hijos y otros niños puedan tener sobre el tema, especialmente acerca de cómo y por qué suceden este tipo de actos, y cómo puedes enfrentarlos. Así les ayudarás a darle un sentido a este tipo de experiencias, a evaluar su naturaleza y cómo manejar los efectos que producen.

Cabe destacar que el Colegio de Psicólogos de Chile (2014) ha redactado un decálogo con sugerencias para que los periodistas informen adecuadamente a la población sobre situaciones traumáticas, evitando provocar pánico y temores innecesarios. Si deseas, puedes revisarlo en el sitio web de esta institución (para más información revisa las referencias bibliográficas utilizadas). Esas mismas sugerencias pueden aplicarse en el caso de los ataques terroristas.

El Centro de ayuda de la Asociación Americana de Psicología (2014a) realiza las siguientes sugerencias para manejar la sensación de trauma que suelen provocar los ataques terroristas:

Es fundamental que puedas reconocer e identificar adecuadamente las emociones que estás experimentando y tener en cuenta que son normales ante este tipo de eventos. Puede ser de utilidad reconocer cómo has enfrentado situaciones de adversidad en el pasado, cuáles herramientas y habilidades te han ayudado a sobreponerte a otros traumas, a la sensación de miedo, inseguridad, incertidumbre y desesperanza. Conversa con tus amigos y seres queridos, ya que así todos tendrán la oportunidad de poner las cosas en perspectiva y disminuir la ansiedad. Intenta mantener tu rutina habitual, anda a tu trabajo, al supermercado, al mall, a la plaza, al cine, a recitales, al gimnasio, etc. (APA Help Center, 2014a). Que estos actos no reduzcan tu sensación de libertad, recuerda que siempre puedes adoptar medidas de autocuidado, y dar aviso a las autoridades si ves a alguien en una actitud sospechosa, o dejando un paquete en un lugar que te parezca extraño hacerlo.

Trata de pensar positivamente ya que con el paso de tiempo las cosas van a mejorar, las autoridades realizarán avances en la investigación y los culpables podrán ser detenidos y juzgados en los tribunales de justicia como corresponde. Infórmate sobre las acciones que está realizando el gobierno para proteger a la ciudadanía y detener a los responsables de estos crímenes. Recuerda limitar la sobre-exposición a los medios de prensa, radio y televisión, infórmate de manera responsable para que sientas seguridad y sepas cómo actuar en cada caso (APA Help Center, 2014a).

Los expertos del Centro de ayuda de la Asociación Americana de Psicología (2014a) realizan las siguientes indicaciones si te preocupa el bienestar de tus hijos: puedes ayudarlos, motivándolos a conversar sobre lo que están sintiendo en relación al ataque terrorista, preguntándoles qué han visto, oído o vivido en relación al evento, asegurándoles que sus padres, adultos y seres queridos se están cuidando y harán todo lo posible para protegerlos, que los ayudarán a vivir sus vidas sin susto. Ayúdalos a recordar otras situaciones en las cuales hayan sido valientes y hayan demostrado coraje para superar barreras  o dificultades, bríndales una mayor sensación de seguridad y confianza personal. Comparte con ellos las medidas de protección que está adoptando el país y no permitas que vean constantemente imágenes sobre el evento en televisión o internet. Cuida la información que escuchan de parte de otros adultos que conversen sobre el tema (APA Help Center, 2014a).

Si crees que estás teniendo dificultades excesivas para manejar las emociones y sensaciones que los ataques terroristas te han provocado, recuerda que puedes recurrir a un psicólogo y otros especialistas en salud mental, que podrán ayudarte a resolver tus inquietudes y a encontrar herramientas concretas que te permitan reducir la ansiedad, llevar una vida saludable y una rutina normal, desarrollando tu capacidad de resiliencia y de enfrentar situaciones de este tipo (APA Help Center, 2014a).

Espero que esta información sea de utilidad para ti y que puedas aplicar estas sugerencias si lo necesitas, para sentirte mejor.

Cualquier consulta, no dudes en contactarme.

Fuentes utilizadas para este artículo:

APA. (2004). Knowledge, perspective can lessen terrorism-anxiety. [En línea] Disponible en:  http://www.apa.org/monitor/dec04/anxiety.aspx Consultado el 08/09/14

APA Help Center.  (2014a). Managing traumatic stress: coping with terrorism. [En línea] Disponible en: http://www.apa.org/helpcenter/terrorism.aspx Consultado el 08/09/14

APA Help Center. (2014b). Building resilience to manage indirect exposure to terror. [En línea] Disponible en http://www.apa.org/helpcenter/terror-exposure.aspx Consultado el 08/09/14

Colegio de Psicólogos de Chile. (2014). Decálogo para los medios de comunicación ante desastres. [En línea] Disponible en: http://colegiopsicologos.cl/web_cpc/decalogo-para-los-medios-de-comunicacion-ante-desastres/ Consultado el 10/09/14