Las rupturas amorosas constituyen una de las experiencias más difíciles de vivenciar, ya sea que tú decidas terminar la relación o que tu ex pareja haya tomado la determinación. El proceso para tomar la decisión de terminar la relación suele ser complejo y estar cargado de emociones fuertes, tales como frustración, pena, rabia, decepción, sensación de inseguridad y fracaso ante todos los sueños y expectativas que te habías formado, y que ya no se cumplirán.
Si estás viviendo una ruptura amorosa recuerda que estas emociones pasarán con el tiempo, en la medida que vayas elaborando el proceso de duelo que conlleva una pérdida. Éste se caracteriza por cinco etapas que puedes ir viviendo de manera no secuencial: el shock inicial, la rabia, la negociación, la depresión y la aceptación. Al principio puedes vivir la sensación de que no puedes creer lo que está sucediendo, puede que sientas mucha rabia contigo misma(o) o con tu ex pareja o con quienes te rodean; puede que en algún minuto te plantees la posibilidad de retomar la relación o que consideres ser amiga(o) de tu ex. En ocasiones sentirás una pena abrumadora, pero recuerda que con el tiempo esas emociones pasarán, que tienes la posibilidad de rescatar valiosos aprendizajes sobre ti misma(o), sobre qué quieres en una relación, qué estás dispuesta(o) a tolerar y cuáles cosas no, etc. Y así llegarás a aceptar la situación y a abrirte a la posibilidad de tener una relación de pareja sana, diferente, incluyendo todo lo que hayas aprendido sobre ti y sobre lo que necesitas para estar bien en este ámbito de tu vida.
Helen Fisher es una antropóloga que ha investigado las bases neurobiológicas del amor y qué cambios suceden en nuestros cerebros cuando experimentamos una ruptura amorosa. Ella plantea que el amor romántico es un estado motivacional diseñado para que podamos conseguir pareja y reproducir nuestra especie. Señala que el amor se ha relacionado con un conjunto determinado de características fisiológicas, psicológicas y conductuales, tales como: la atención enfocada en esa persona especial para ti, la capacidad de reordenar tus prioridades para privilegiar tu relación amorosa, la sensación de tener tu energía aumentada, los cambios de ánimo que experimentas al sentirte enamorada(o), las respuestas de tu sistema nervioso simpático (sudoración, taquicardia, etc.), la sensación de dependencia emocional, el deseo sexual, los pensamientos obsesivos sobre tu pareja, los gestos de afiliación, las conductas orientadas hacia las metas y la motivación para retener a tu pareja (Fisher, 2010).
Helen sostiene que las parejas felizmente enamoradas suelen exhibir actividad en regiones cerebrales ricas en un neurotransmisor llamado Dopamina. Ella descubrió que en las personas que acaban determinar una relación amorosa, se activan ciertas áreas cerebrales relacionadas con el sistema de pérdidas/ganancias. Esto le permitió establecer que el rechazo en las relaciones románticas es una forma de adicción, que involucra al sistema de recompensa cerebral que se activa en los adictos a drogas como la cocaína, y que permite explicar todas las conductas y sentimientos asociados a la sensación de rechazo, así como la dificultad para controlarlos. En esa línea de investigación, Brown (2010) ha señalado que el amor romántico y la adicción a la cocaína comparten el mismo sistema de activación cerebral, lo que explica la sensación de obsesión que puedes experimentar en relación a tu ex pareja luego de una ruptura amorosa.
Como verás existe una explicación neurofisiológica para las reacciones que los seres humanos experimentamos cuando estamos enamorados y al terminar nuestras relaciones amorosas. Todas esas imágenes vívidas, los recuerdos intrusivos que vienen a tu mente sobre los distintos momentos vividos con tu ex pareja, los pensamientos repetitivos al respecto, tienen una base neurofisiológica. La frase “el tiempo ayuda”, tiene una explicación neurológica, ya que con el paso del tiempo, las reacciones relacionadas con la pérdida disminuirán, a medida que vaya disminuyendo la activación en ciertas zonas del cerebro relacionadas con los circuitos propios de la adicción.
Ahora que conoces esta información, compartiré contigo algunas sugerencias realizadas por Rinatta Paries (2007) para superar las rupturas amorosas.
Un primer paso, es vivir el dolor que tienes, sin asustarte por la intensidad de tus emociones, ya que no durarán para siempre, considera que las emociones no te van a dañar; sólo son una señal de alerta para que elabores bien esta experiencia y puedas realizar valiosos aprendizajes sobre tu vida personal y amorosa.
Luego necesitas llorar y desahogarte, el futuro que habías imaginado con tu pareja, no sucederá, no cumplirás tus sueños ni expectativas. Es necesario que reconozcas cada uno de ellos y te permitas sentir la pena, la rabia, la frustración, la sensación de decepción que experimentas porque no se cumplirán. Más adelante, cuando estés lista(o) nuevamente, podrás desarrollar nuevos sueños y expectativas con otro(a) compañero(a).
En este período, es muy importante el autocuidado, intenta pasar tiempo con tus amistades y seres queridos, especialmente con aquellos dispuestos a escucharte, sin juzgar lo que sientes o piensas sobre tu ruptura amorosa. Busca personas que te apoyen sin interrumpirte ni decirte qué hacer, ya que al hablar y desahogarte, irás sanando y elaborando tu proceso de duelo. Compartir experiencias con quienes te rodean te ayudará a comprender lo que vas sintiendo y a poner las cosas en perspectiva.
Una vez que hayas hecho esto, es el momento de analizar y comprender lo qué sucedió en la relación amorosa con tu ex. Para que puedas reponerte y avanzar con tu vida, necesitas revisar qué provocó la ruptura, con una actitud de sinceridad. Es muy importante que puedas reconocer cuál era la dinámica de la relación que tenías con tu ex, ¿se basaba en la competencia?, ¿tenían muchas discusiones o peleas?, ¿su relación se basaba en mentiras o infidelidades?, ¿existían dificultades de comunicación? Es fundamental que puedas reconocer todas las situaciones que generaron desacuerdos o frialdad en la relación, para que puedas conocerte mejor y así aprendas de los errores cometidos en esta ocasión.
Ahora es necesario que comprendas qué te motivó a elegir a tu ex pareja como tu compañero(a): ¿lo(a) elegiste para sentirte querida(o)?, ¿por temor a estar sola(o)?, ¿por la intensidad de la atracción física o sexual?, ¿para o intentar cambiarla(o) de alguna manera?, ¿para tener seguridad económica?, ¿se trató de una obsesión? Si respondes estas preguntas podrás descubrir los temas que influyeron en la relación y derivaron en la ruptura amorosa, además podrás tener la libertad de realizar una mejor elección a futuro en el ámbito sentimental.
También es importante que puedas conocerte bien como persona y en tu rol de pareja. Es preciso que descubras cuál fue tu rol en esta relación amorosa, qué papel desempeñaste, que examines qué rol jugaba tu pareja y cuáles eran los aspectos más importantes de su relación. Es preciso que sepas bien qué buscas y necesitas en una relación amorosa, para que efectivamente puedas orientar tu búsqueda de pareja y conseguirlo, comprendiendo qué tipo de persona es más indicada para ser tu pareja, qué características debería tener, qué necesitarías para sentirte bien en una relación amorosa, que estás dispuesta(o) a tolerar y cuáles con tus límites. Toda esta información será fundamental para tu crecimiento personal, te permitirá aumentar tu autoconsciencia y orientarte, para conseguir lo que efectivamente necesitas para ser feliz y sentirte realizada(o) en este ámbito de tu vida.
Una vez que hayas realizado el trabajo anterior, será el minuto de aprender a perdonarte y perdonar a tu ex pareja. Probablemente cada uno hizo lo mejor posible dadas sus circunstancias, sus experiencias previas y su historia de vida. Si le hicieron daño al otro, posiblemente fue con la intención de defenderse o por venganza ante el dolor que sentían en un momento determinado. Es necesario que te perdones a ti misma(o) por los errores que hayas cometido y que puedas encontrar la forma de perdonar a tu ex. Solo así podrás llegar a la fase de aceptación del duelo, dejando ir el dolor, el resentimiento, el rencor, los deseos de venganza, liberándote de estas emociones, para que más adelante puedas conseguir un futuro mejor con otro(a) compañero(a).
Recuerda mantener cierta distancia entre tú y tu ex, los expertos en este tema suelen recomendar al menos 6 meses sin contacto, o con el mínimo contacto posible. Esto implica dejar de contactarse personalmente, mediante las redes sociales, vía email y telefónicamente. Así cada uno tendrá el espacio y tiempo suficiente para elaborar sus respectivos duelos, y superar la ruptura amorosa.
Finalmente recuerda cuidarte mucho en el proceso, ya que estás viviendo un período de estrés y cambios importantes en tu vida. Intenta salir con tus amistades para distraerte, dormir bien, alimentarte bien, practicar ejercicio físico para liberar tensiones, y aprovechar tu tiempo libre para dedicarte a tus hobbies u otras actividades que te brinden placer y alegría.
Con el paso del tiempo elaborarás esta ruptura y saldrás fortalecida(o) de ella, te conocerás con más profundidad y estarás en una disposición más saludable para retomar tu vida amorosa. Te deseo mucho éxito y cualquier consulta, no dudes en contactarme.
Fuentes:
Artículo “Reward, addiction and emotion regulation systems associated with rejection in Love”. Escrito por Helen Fisher, Lucy Brown, Arthur Aron, Greg Strong y Debra Mashek, publicado el 5 de mayo de 2010 en el Journal or Neurophysiology.
Artículo de Rinatta Paries: “10 Steps to Recover from a Divorce or Breakup” (2007)
Deja una respuesta